jueves, 3 de mayo de 2012

LA PARPUJA


Tras una ardua tarea de investigación periodística, de más de dos semanas, os quiero trasladar esta intrahistoria flamenca. Personalmente provocó y provoca aún en mí un intenso impacto emocional. Por este motivo dejo este documento, que humildemente intenta reflejar lo que aquella noche allí sucedió, y que contemplaron dos buenos amigos, testigos presenciales y elementos imprescindibles  en esta investigación. Obviamente y por motivos profesionales mantengo sus anonimatos y agradezco su inestimable colaboración desinteresada.

Fiesta de la Parpuja en Chiclana de la Frontera (11.130). Agosto, 2005. El festival flamenco más popular de la ciudad, antes y ahora pueblo en esencia, vuelve una plácida noche de verano tras décadas de ensoñación por falta de rentabilidad económica. Lo más granado del panorama flamenco nacional, se da cita en la Cajeta Municipal del citado municipio, valga la redundancia. Allí, aficionados sedientos por remover las heridas ancestrales del alma, artistas sonrientes por saludar de nuevo la parpuja sin parpuja (también sedientos), flamencos de temporá (idem de sedientos), guiris inquietos por una foto de recuerdo (sedientos too), gente sin nombre y con cara de “chica tajá me vi a cogé…”(obviamente sedientos igualmente). Todos reunidos. Todos reunidos, como digo, en una plácida noche de verano.
Trascurría la noche como se esperaba. Grandes artistas, grande la luna, grandes momentos, emociones siempre fuertes, algunas más que otras, gran alboroto en la barra (según las investigaciones regentaba la barra una hermandad de la localidad que perdió dinero en el acto).
L.A.P. y H.G.C. se mantenían sentados normalmente en sus localidades, qué punto. Uno de ellos necesitaba por aquel entonces, localidad y media. De vez en cuando un leñazo al gañote de rigor en barra. Animados aficionados deparaban conversación, opiniones y risas. El paso de tórtolas no era destacable.
Tras varias horas de cante, baile y conversación llegó el turno de Antonio José Cortes Pantoja, “Chiquetete”. Inmenso artista. Ambos amigos prudentemente animados, según declaran años más tarde, intuían al personal de su alrededor ciego como culebras. Todo pasaba dentro de la normalidad. Tras un cante por soleá, la voz tibia de Antonio toma el micro y se dirige al público sabiendo las tablas que pisa.  “Este cante se lo quiero dedicar a mi amigo…”Chiquetete decide dedicarle un cante a Antonio García González, popularmente conocido como “el Alemania”. El conocido barbudo artista chiclanero, se encuentra perdido entre el puzle de asientos. Se levanta de su localidad agradecido y aplaude simbólicamente sin producir sonido alguno. Su estampa imponente resalta en la noche estrellada, destaca de entre una mancha negra de cabecitas oscuras que siguen sentadas. Agradece el gesto compañero, envuelto en una espléndida aureola de dolor y alegría.
De repente, de entre los asientos, irrumpe una voz (reconocible como autóctona según testigos), que muy ferozmente retumba gritando:

- “¡¡¡¡Antoniooooooooo!!!!", desgarrador grito.

Todo el mundo atiende al otro lado de filas. Un hombre como poseído, se ha levantado de su minúscula localidad exaltado. Parece ciegui.

-"¡¡¡¡Antoniooooooo!!!", vuelve a gritar dirigiéndose al llamado “Alemania”.

Cuando, ahora sí, todo el respetable, incluido “el Alemania”, tenía su mirada puesta en aquel anónimo, éste de forma imperativa y casi ininteligible, ordena enérgicamente al citado artista chiclanero:
 
-“¡exha un cante!”, rápido, cortante y firme.

(“¡Coño!”, pensaron todos)

El hombre anónimo, aprovechando tal coyuntura, insistió con el brazo extendido y señalando hacia el escenario con su dedo índice firme y recto. En dirección contraria su cabeza miraba hacia el suelo (como diciendo: “no me rechistes Antonio, no me rechistes…”). Y ahora más cariñosamente, aunque igualmente firme en su posición, volvió a imponer con gran torrente de voz prolongada:

-“¡¡¡¡eeechaaaa un canteeeeeeeee!!!!”.

Y “El Alemania”, tras mirarlo fugazmente y pensar varios segundos (sabe Dios qué), tomó asiento de nuevo como si tal cosa.


NOTA. Todo aquel que pueda aportar alguna luz a los vacíos que esta intrahistoria puede mantener, póngase en contacto conmigo a través del este blog.




1 comentario:

  1. jajajajajajajajajajajajajaja...antonioooooo exa un cante

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