jueves, 11 de octubre de 2012

¿QUÉ PIENSAN LAS MUJERES?


Aquello era un disloque. Afu oma´. La gente llevaba hablando de la maldita fiesta más de mes y medio y por fin estábamos allí todos. Habían desaparecido por arte de magia los tabúes, los miedos,  los “se lo digo o no se lo digo…”, los reproches tipo “este e que e carahote…” o los “…es tonto desde que tiene babi…” y demás fierezas inmundas.  
Lo cierto es que la euforia desfasada, por extraordinarias cuotas de alcohol, armonizaba la fiesta cual cuarteto de cuerda. Lo de menos era la graduación. Todos llevábamos puesto a un inmenso perdedor dentro. No importaba, éramos felices. La noche era joven, uno era joven, las titis eran jóvenes…la noche era joven...¿qué más se puede pedir?
Con esto y con lo otro, que si parriba que si pa bajo, la cosa se puso estupenda, vamos de miedo. Cada cual recuerdo ponía en la pista sus mejores dotes de ligazón, que en el caso de los tíos como yo, eran normalmente dotes absolutamente patéticas. Bueno, lo que os cuento, que si esto que si lo otro, que si parriba que si pa bajo,  y que allí me vi yo…bailando, como esperaba, entre hermosas y atractivas hembras del diablo. Solo los dioses podían saber que pensaban en esos momentos. Yo me preguntaba seguramente: ¿qué piensan las mujeres?...
Todos, el que menos y el que más, nos conocíamos. Muchos días compartiendo cotidianidad. Pero aquella noche también sabíamos todos, que lo cotidiano daría paso a lo sorprendente y que las almas se soltarían del brazo y los “estatis quieto” no tendrían más importancia de la que tendrían.
Totá, que si parriba que si pa bajo, y tor mundo metiendo boquino donde quería, o más bien donde podía. Y tor mundo loco con las respuestas...las tías...afú omá. Y allí me veía yo. Entre hermosas y atractivas hembras del diablo…pero ná de ná…pa variá…
Me sentía un animal en celo. Era un animal en celo…
Ya por fin entraron los temas fuertes, los más coloquetas daban el pasito atrás y la selección cada vez era más preocupante. Yo… la mar de a gusto, pa´ que mentir…mu bien, mu bien, mu bien…la verdad…pa qué mentir...pero “nati que en el horno la encasqueti” y por supuesto "nati de filigrana de memoria"…pa variar…y la cosa que pasaba…
La gente…siete de la mañana…loca. Bailaba y se fluía ya más y mejor que el aire de la noche. Eran las 7 de la mañana!!!…ya vé…
En ese momento, un compañero en la misma preocupante situación que yo…un compañero,  al que durante años acribillábamos a crueles y esclarecedores motes  del tipo “pony”, “becerro” y demás, subió a la tarima principal del escenario, dónde muchos bailaban posesos de celo. Tomó el micro con excesiva confianza. En ese momentazo soltó, con entristecido, desvergonzado y a la vez desesperado tono de voz, la siguiente frase al vacío inmenso del infinito:
“joe…tan feo soy…tan feo soy…”
Muchos lo escucharon, muchos lo vieron, a otros muchos solo se lo contaron;  tantos otros fueron los que rieron a carcajadas entre el mamoneo…Pero esto sí, me consta que otros tantos muchos lo entendimos a fuego.

Era la  forma más sincera de decir…¿qué piensan las mujeres?




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